Los científicos han creado un nuevo modelo para calcular la probabilidad de que surja vida extraterrestre inteligente en el universo.
La cuestión de si estamos solos en el universo sigue siendo uno de los mayores enigmas filosóficos de nuestro tiempo. Aunque parece casi inconcebible que nuestra civilización esté sola en el cosmos, el hecho es que todavía no hemos visto ninguna prueba de lo contrario.
La Paradoja de Fermi, que pone de relieve la contradicción entre la probable existencia de civilizaciones extraterrestres y el hecho de que todavía no nos hemos encontrado con ninguna, parece sugerir que o bien no hay extraterrestres ahí fuera, o bien son tan raros que es poco probable que nos encontremos con ellos.
Ahora, en un renovado intento por determinar la probabilidad real de que hayan surgido civilizaciones alienígenas inteligentes en otras partes del universo, los astrofísicos han desarrollado un nuevo modelo basado en la aceleración de la expansión del universo y el número de estrellas formadas.
La fórmula funciona determinando la cantidad de materia ordinaria convertida en estrellas a lo largo de toda la historia del universo en relación con la densidad de materia oscura.
Su modelo, tal como está, sitúa esta cifra para nuestro propio universo en sólo el 23%.
El mismo modelo también puede utilizarse para determinar la probabilidad de vida inteligente en universos hipotéticos alternativos con diferentes densidades de materia oscura.
“Los parámetros que gobiernan nuestro universo, incluida la densidad de la energía oscura, podrían explicar nuestra propia existencia”, dijo el investigador principal, el Dr. Daniele Sorini de la Universidad de Durham.
“Sorprendentemente, sin embargo, descubrimos que incluso una densidad de energía oscura significativamente mayor seguiría siendo compatible con la vida, lo que sugiere que tal vez no vivamos en el universo más probable”.
Sin duda, es interesante contemplar que la vida podría existir no solo dentro de nuestro propio universo, sino también más allá de él.
“Será emocionante emplear el modelo para explorar el surgimiento de la vida en diferentes universos y ver si algunas preguntas fundamentales que nos hacemos sobre nuestro propio universo deben ser reinterpretadas”, dijo el coautor del estudio, el profesor Lucas Lombriser.