La Esfinge Maya de la Cueva Encantada del Cerro del Culiacán “tiene vida” afirman en Victoria de Cortázar.
Victoria de Cortázar, Guanajuato. – Uno de los misterios que muestra el cerro del Culiacán abiertamente, posiblemente para algunos elegidos que tengan abierta la mente y el espíritu, lo es una esfinge de origen maya, según sus rasgos, que custodia la entrada a una de las Siete Cuevas que tiene este lugar que ha sido incluido dentro de las hipótesis del sitio de partida de los pueblos Mexicas.
Este lugar enclavado en los riscos a unos quinientos metros de altura dentro de una tupida vegetación y de difícil acceso no ha escapado a la acción de actos vandálicos que han llegado para destruir vestigios enigmáticos de nuestro pasado.
Así guiados por el señor Uriel Almanza, incansable investigador de esta zona, llegamos a la denominada cueva Hedionda, o la Encantada, ya que en su interior se perciben olores nauseabundos como de ácido sulfúrico pero que vale la pena soportar ya que guarda unos de los más importantes misterios de las razas antiguas diseminadas en país.
La Esfinge Maya, un rostro perfectamente definido, sobresale de entre las rocas a una altura de tres metros como custodiando la entrada a la cueva y que parece escudriñar con sus ojos todo aquello que se acerca por lo que algunos lugareños temen llegar al sitio porque dicen que han escuchado voces en dialectos desconocidos y sienten que alguien los está mirando.
Esta sensación realmente se percibe ya que al estar filmando parte del equipo aseguro que tenía movimiento en sus ojos y al entrar en la cueva la oscuridad contribuyo con el resto pues estaba inundada de murciélagos que revolotearon cerca de nosotros como tratando de impedir que continuáramos con la investigación.
La leyenda dice que antes de partir de este lugar un guerrero de impresionante tamaño tuvo la osadía de desafiar a los Dioses porque al salir a tierra firme se consideró el dueño del mundo, por este motivo fue sometido y amarrado en este risco, falleció esparciendo sus carnes por las laderas quedando solo su cabeza petrificada fija en la roca esperando solo el retorno de los de su raza para volver a la vida.
“Pero esto no es todo”, dice Uriel Almansa también llamado “El Intérprete de las Piedras”, “que continúa recabando evidencias e hilvanando el mensaje que dejaron para darlo a conocer ya que son cientos de símbolos diseminados en toda la extensión del Cerro del Culiacán, pero hay avances importantes para la salvación de la raza humana y el planeta que posiblemente alguna civilización externa dejo confiando en los avances actuales”.
“Aunque cabe hacer mención”, dijo, “que nuestros antepasados fueron superiores en todas las ciencias y artes, dominaron a la naturaleza en armonía con sus Dioses, y esto ha quedado demostrado con la construcción de sus ciudades en plena selva y con grandes obras de ingeniería por este motivo los españoles a su llegada las destruyeron borrando el esplendor pasado“.
Aun así, escaparon a su vista importantes vestigios casi mágicos como la esfinge Maya de la Cueva Hedionda, o Encantada, en esta área del cerro del Culiacán donde investigadores extranjeros han llegado para recabar evidencia de la gran energía que emana de cualquier piedra, símbolos e imágenes de seres terrestres y no terrestres, además de animales extintos.
Hoy se ha logrado que este sitio sea una reserva protegida, pero, “aún queremos más”, dijo el Intérprete de las Piedras, “pronto toda persona que llegue a este sitio quedara sorprendida de las huellas de nuestro pasado que con gusto les mostraré, y puedan tener una visión más exacta de nuestra historia directamente en el lugar de donde partieron las Siete Tribus Nahuatlacas por el entorno mexicano”.
Por último, dijo Uriel Almansa a un servidor que: “Si alguien se interesa a conocer su trabajo de investigación lo puede visitar en calle Emilio Carranza a un costado de la cancha de Fútbol en esta población y con gusto les mostrara las evidencias en los entornos del cerro del Culiacán”.