Una expedición de 25 científicos se adentró en las profundidades de una de las zonas más desconocidas del mundo y realizó un descubrimiento tan inesperado como histórico.
Un grupo de 25 científicos de diferentes países, liderados por el Barcelona Supercomputing Center (BSC), ha comunicado el descubrimiento de al menos 50 especies marinas, ubicadas en una de las zonas más inhóspitas del mundo, como son los montes submarinos de la costa de Chile.
De acuerdo con la información aportada por los investigadores -a cargo del Schmidt Ocean Institute- el pasado jueves, durante la expedición de 40 días se detectaron hasta 160 especies en estos montes del litoral chileno, que no se sabía que habitaban esta región. De ellas, 50 podrían tratarse de especies totalmente nuevas para la ciencia, que hasta el momento no habrían sido vistas ni catalogadas.
En esta zona del mundo hay alrededor de más de 200 montes submarinos, que se extienden a lo largo de 2.900 km por las costas continentales de Chile hasta la isla de Pascua (Rapa Nui)
Según explicaron los científicos, en esta región submarina pudieron ver corales de aguas profundas, erizos de mar, calamares, moluscos, esponjas de vidrio, etc., así como otras especies que no habían sido observadas nunca antes.
“Es un número que probablemente aumentará cuando trabajemos todas las muestras que tenemos en el laboratorio”, destacó la investigadora y una de la autora del estudio del BSC, Ariadna Mechó.
Pese a que estos descubrimientos pueden resultar sorprendentes, hay que destacar que este enclave es uno de los paisajes marinos más variados y singulares del mundo, por lo que no han llamado tanto la atención a sus descubridores.
Por su parte, Mechó destacó que para apreciar y estudiar con detenimiento cada especie, necesitan “comprender mejor la biodiversidad y la conectividad de la región para saber qué especies se encuentran allí y en qué montañas exactamente, así como los posibles cambios en las comunidades faunísticas“.
Por ello, tanto el BSC como la supercomputación están proporcionando datos de modelización del clima mediante distintos escenarios con el objetivo de conocer todos los aspectos relativos a estas nuevas especies halladas, y así poder comprender su distribución en la zona e intentar adelantarse a los efectos que se producirán en el medio debido a los cambios futuros, en función de cada escenario posible.
Toda la información recabada por parte de la expedición -que contaba con científicos de hasta 14 organizaciones de cinco países: Chile, EEUU, Italia, España y Holanda- permite establecer unas bases para llevar a cabo la gestión de las áreas marinas protegidas existentes, así como su potencial ampliación, con especial atención en la isla de Pascua.
Fuente: HuffPost