El año 2012 no fue uno más en la historia del mundo, ya que, al supuesto fin de la existencia humana que quedó en la nada, se le sumó un histórico descubrimiento que impactó en toda Europa.
El hallazgo arqueológico en cuestión se dio más precisamente en una parte de Bulgaria, donde los arqueólogos dicen haber descubierto el pueblo prehistórico más antiguo de la región.
Al noroeste de Bulgaria, cerca de la moderna ciudad de Provadia, los especialistas descubrieron un importante asentamiento amurallado, que se creyó que fue un relevante centro de producción de sal.
El descubrimiento de este pueblo sirvió no solo para aclarar mucho más la historia de aquellos tiempos, sino para justificar una significativa reserva de oro hace unos 40 años atrás.
Después de los estudios realizados en el descubrimiento, los arqueólogos determinaron que este pueblo antiguo albergó a aproximadamente 350 personas, y que se remontó entre el 4.700 y 4.200 años antes de Cristo.
En aquella etapa, Los residentes del pueblo hervían el agua de un manantial local y la utilizaban para crear ladrillos de sal, los cuales se comercializaban y utilizaban para conservar la carne.
Tiempo después de transcurrido el descubrimiento, los arqueólogos catalogaron a este pueblo como “muy interesante” debido a que permitió conocer algunas costumbres y rituales de la época.
Por ejemplo, este descubrimiento evidenció grandes murallas construidas, las cuales garantizaban la protección del pueblo en general.
Minas de sal similares, cerca de Tuzla, en Bosnia, y de Turda, en Rumania, ayudan a probar la existencia de una serie de pueblos que practicaron la minería de cobre y oro.
Además del pueblo, Una pequeña necrópolis, o cementerio, fue descubierta en el sitio, siendo también estudiada por las autoridades.
Fuente: UNO