Los llamativos pájaros han ideado una ingeniosa forma de manejar la fuente utilizando sus garras.
Las cacatúas en los suburbios de Sídney, Australia, se han ganado cierta reputación en los últimos años debido a su afición por forzar la entrada de los botes de basura en busca de comida, y ahora parece que también han aprendido el arte de usar un bebedero humano para saciar su sed.
Los investigadores se sorprendieron al descubrir que varias de las aves habían descubierto una forma de operar el mecanismo usando sus garras y picos y colocándose en la posición adecuada para beber el agua a medida que brota.
Se cree que esta técnica se ha convertido en una especie de “tradición” entre las aves locales, y cada vez más de ellas adquieren la habilidad después de ver a otros hacerlo.
Una de las investigadoras que ha estado monitoreando a las aves es la ecóloga conductual Barbara Klump, de la Universidad de Viena.
Ella y sus colegas instalaron cámaras activadas por movimiento que grabaron a las cacatúas haciendo 525 intentos distintos de beber de la fuente.
Sin embargo, solo en alrededor del 41 % de estos intentos el ave logró saciar su sed, ya que lograr la maniobra, especialmente con otras aves apiñadas alrededor, a menudo resultaba complicado.
Aun así, el hecho de que pudieran hacerlo es bastante notable.