Agencias de NoticiasLos científicos han realizado pruebas avanzadas en los cerebros de personas afectadas por esta enigmática enfermedad.
El síndrome de La Habana, que se dice que causa una variedad de síntomas como fatiga, dolores de cabeza y náuseas, recibe su nombre de una serie de supuestos “ataques” que comenzaron en La Habana, Cuba, en 2016.
En ese momento, se creía que los diplomáticos estadounidenses estaban siendo blanco de algún tipo de arma de energía dirigida por agentes extranjeros desconocidos con el objetivo de interrumpir las relaciones diplomáticas con el país.
Desde entonces, docenas de miembros del personal estadounidense han experimentado síntomas similares en varios países diferentes, lo que motivó un estudio pionero de cinco años sobre el fenómeno.
Ahora, por fin, se han publicado los resultados del estudio e, increíblemente, las sofisticadas resonancias magnéticas de los cerebros de los afectados no han encontrado evidencia de lesiones cerebrales ni degeneración, lo que deja a los investigadores rascándose la cabeza sobre qué podría ser responsable.
Los síntomas son indudablemente reales y las personas afectadas sufren un impacto negativo en su vida diaria.
“Estas personas tienen síntomas reales y están pasando por un momento muy difícil”, dijo el codirector del estudio, el Dr. Leighton Chan. “Pueden ser bastante profundos, incapacitantes y difíciles de tratar”.
Si bien la falta de daño físico aparente en el cerebro tranquilizará a quienes lo padecen, sigue dejando en un completo misterio la naturaleza del síndrome de La Habana.
Tal como están las cosas, los departamentos gubernamentales han descartado prácticamente la posibilidad de una interferencia extranjera y han llegado a referirse a los casos de tales síntomas como “incidentes de salud anómalos”.
Sin embargo, puede que pase algún tiempo antes de que se pueda encontrar una explicación definitiva.
Rafael Oseguera
Jorge P. Luevano
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