Por primera vez en el mundo, se ha descubierto que una especie animal tiene dientes recubiertos de hierro para mantenerlos afilados.
El dragón de Komodo, originario de varias islas de Indonesia, es la especie de lagarto más grande del mundo, con una longitud de hasta 3 metros y un peso de hasta 160 kg.
Aunque normalmente no atacan a los humanos, a estos poderosos reptiles se les han atribuido varias muertes, sin duda gracias a sus dientes extremadamente afilados y sus poderosas mandíbulas.
Pero hay un aspecto de estos dientes que hace que el dragón de Komodo sea particularmente notable: resulta que en realidad están recubiertos de hierro para mantenerlos afilados, algo nunca antes visto en ningún animal.
El descubrimiento se produjo cuando los investigadores notaron que sus dientes estaban cubiertos de un pigmento naranja que, al examinarlos más de cerca, resultó ser esmalte que contenía hierro concentrado.
Esto explicaría sin duda por qué los dragones de Komo pueden infligir tanto daño a sus presas.
Los investigadores sospechan ahora que otras especies de reptiles pueden poseer un recubrimiento similar, aunque actualmente no es posible determinar si las especies extintas (como los dinosaurios) también podrían haberlo tenido.
“Usando imágenes químicas y estructurales avanzadas, revelamos que los dientes de V. komodoensis poseen una adaptación única para mantener sus bordes cortantes: recubrimientos anaranjados enriquecidos con hierro en las dentaduras y puntas de sus dientes”, escribieron los encargados del estudio.
“Las comparaciones con otros varánidos y crocodilianos actuales revelaron que el secuestro de hierro probablemente esté extendido en los esmaltes de los reptiles, pero es más llamativo en V. komodoensis y especies de zifodontes estrechamente relacionadas, lo que sugiere un papel crucial en el soporte de los dientes dentados”.