Los expertos médicos se han quedado perplejos ante el misterio de cómo el cuerpo de la difunta monja ha permanecido intacto.
Según los informes, la hermana Wilhelmina Lancaster, una monja de la zona rural de Missouri que fundó las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles, murió a la edad de 95 años y fue enterrada en un ataúd sencillo y sin sellar en los terrenos del monasterio de su orden en Gower a mediados de 2019.
Sin embargo, para sorpresa de todos, cuando fue exhumada más tarde en 2023 con el propósito de trasladar su cuerpo dentro de la iglesia de la Abadía, se encontró que sus restos estaban completamente intactos y con sorprendentemente pocas evidencias de descomposición, a pesar de pasar cuatro años enterrados en el suelo.
Al parecer, no se había utilizado ningún método de embalsamamiento ni otros métodos de conservación en su cuerpo antes de su entierro.
El descubrimiento generó un gran revuelo, y los feligreses aclamaron su “incorrupción” (en referencia a la creencia religiosa de que la falta de descomposición es un reflejo de la santidad) como un milagro.
Mucho después de que fuera exhumada, un equipo de expertos médicos fue comisionado para examinar el cuerpo de la hermana Wilhelmina e investigar qué podría explicar el estado inusual de sus restos.
En su informe final, el equipo confirmó que el cuerpo no se había descompuesto como se esperaba, a pesar de que el revestimiento del ataúd se había podrido. Incluso su ropa parecía estar notablemente intacta.
“La condición de su cuerpo es altamente atípica para el intervalo de casi cuatro años desde su muerte, especialmente dadas las condiciones ambientales y los hallazgos en objetos asociados”, escribieron.
A pesar de sus mejores esfuerzos, los expertos médicos no pudieron encontrar ninguna explicación para esto.
Tal como están las cosas, el caso sigue siendo un completo misterio y la hermana Wilhelmina, cuyo cuerpo ha estado expuesto en un santuario de cristal dentro de la abadía, continúa atrayendo visitantes de todas partes.