Las ESTRELLAS de tipo F, IGNORADAS hasta el momento, podrían albergar MUNDOS EXTRASOLARES HABITABLES 

Un nuevo estudio ha destacado el potencial de encontrar mundos extrasolares habitables alrededor de estrellas de tipo F. 

Cuando se trata de buscar otros planetas adecuados para la vida, los astrónomos tienden a centrarse en mundos rocosos y terrestres situados en la zona habitable (o Goldilocks) de su estrella, la estrecha región en la que la temperatura es la adecuada para que exista agua líquida en la superficie de un planeta. 
 
Un factor importante para identificar una zona de este tipo en un sistema solar distante es el tipo de estrella que tiene. Nuestro propio sol, por ejemplo, es una estrella de Tipo G, pero este no es el único tipo capaz de albergar vida. 
 
En un nuevo estudio publicado en el Astrophysical Journal , los científicos se centraron en estudiar las Estrellas de Tipo F, que son de color blanco amarillento, así como más grandes y ligeramente más calientes que las estrellas de tipo G. 
 
Si bien tienen una vida útil menor que las estrellas de tipo G, su zona habitable tiende a ser más grande. 

En el estudio, los investigadores analizaron 206 ejemplos de estrellas de tipo F con sistemas planetarios y pudieron identificar 18 en las que se pensaba que los planetas pasaban por la zona habitable de su estrella. 
 
“Las estrellas de tipo F suelen considerarse el extremo de alta luminosidad de las estrellas con una perspectiva seria de permitir un entorno para planetas favorable para la vida”, escribieron los autores del estudio. 
 
“Aunque las estrellas de tipo F tienen una vida más corta que nuestro Sol, tienen una zona habitable más amplia. En resumen, las estrellas de tipo F no son inútiles en el contexto de la astrobiología”. 
 
Los investigadores incluso identificaron un planeta – HD 111998 – que permanece en la zona habitable de su estrella de forma permanente. Aunque es un planeta tipo Júpiter que es poco probable que pueda albergar vida, se cree que tiene varias lunas que podrían albergar entornos habitables. 
 
Sin embargo, llegar allí para averiguarlo sería un desafío porque este lejano mundo extrasolar está situado a una distancia bastante insuperable de 108 años luz de la Tierra. 

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