Agencias de NoticiasLos arqueólogos han encontrado un misterioso esqueleto dentro de una tumba de 2.200 años de antigüedad que fue descubierta en Italia el año pasado.
Se dice que Cerbero, un perro aterrador de tres cabezas, guarda la entrada al inframundo y es sin duda una de las criaturas más emblemáticas de toda la mitología griega.
Se han encontrado representaciones de esta aterradora bestia en todo el mundo antiguo y el año pasado se volvió a encontrar, esta vez en un fresco encontrado en la pared de una tumba desenterrada en Giugliano, Italia.
El descubrimiento se produjo cuando los arqueólogos detectaron una curiosa pared que se había construido utilizando una antigua técnica de construcción romana conocida como opus incertum.
En ese momento, la “Tumba de Cerbero” fue noticia de primera plana y provocó un gran interés por determinar qué había en su interior, quién había construido la tumba y quién había sido enterrado en ella.
En la actualidad, las excavaciones en el interior de la tumba han desenterrado el esqueleto de un individuo desconocido que había estado cubierto con un sudario y rodeado de ajuares funerarios.
Según un comunicado oficial, el difunto se encontraba en un excelente estado de conservación y el propio sudario también se había conservado gracias a “las condiciones climáticas particulares de la cámara funeraria”.
Sin embargo, la identidad del individuo que fue enterrado allí sigue siendo un misterio, salvo la posibilidad de que fuera el “progenitor de la familia para la que se construyó el mausoleo”.
Las muestras de polen antiguas indican que el cuerpo había sido tratado con cremas que contenían absenta, pero tendremos que esperar a los resultados de las pruebas de ADN para averiguar quién podría haber sido, quiénes fueron sus antepasados y si había sufrido alguna enfermedad genética.
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Rafael Oseguera
Elias Marin
