Un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Naturales de la Universidad de La Sabana confirmó el descubrimiento de un posible asteroide. El hallazgo se hizo en medio de la campaña nacional ‘Colombia Busca Asteroides’ respaldada por el telescopio Pan-STARRS del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái.
El trabajo del grupo de estudiantes denominado ‘AstroSabana’ consistió en detectar objetos en movimiento relacionados con las estrellas de fondo. Tras un exhaustivo análisis, identificaron un caso en los que se observaba un objeto en movimiento, lo cual reportaron utilizando un formulario designado.
“Diligencias un formato previamente diseñado por el equipo encargado de enviar los datos del telescopio y lo subes a la nube. Tras recibirlo, ellos envían un correo y eso queda almacenado en una base de datos mundial. Después de un tiempo, el equipo líder empieza a revisar los datos enviados por todos los equipos que participan a nivel mundial y coteja si la información ha sido registrada previamente. Si no hay información, ese cuerpo celeste que uno les indica, puede ser un asteroide provisional”, explicó David Tovar, docente de Astronomía de la Licenciatura en Ciencias Naturales.
Según lo dicho por el docente, al indicar la presencia de un cuerpo no registrado, se sugiere que tal objeto pueda ser un asteroide provisional, es decir, un cuerpo celeste que entra en un proceso de confirmación que entre observaciones adicionales para determinar su órbita y características puede llegar a tardar de 6 a 10 años.
Lo que se sabe del cuerpo celeste
Se sabe que Amor, Eros, Troyanos y Near Earth Objects (asteroides próximos a la Tierra) son algunas de las clasificaciones que reciben los cuerpos celestes rocosos y metálicos que orbitan alrededor del Sol. Sin embargo, según lo informado por los investigadores de este nuevo hallazgo solo se tiene información de que pertenece al cinturón de asteroides, pues para saber un poco más, como composición, tamaño y velocidad, se requieren más observaciones.
“No se sabe con plena certeza los parámetros orbitales y, por tanto, no podemos determinar qué tipo de asteroide es; es más, podría incluso ser n asteroide ya registrado. Una vez se tengan más datos en el tiempo, será posible saber más. Incluso se podrán determinar datos como velocidad a partir de imágenes separadas en el tiempo, poniendo en consideración variables como el cambio de brillo (luz reflejada del Sol) y el movimiento del cuerpo celeste con respecto a la posición de las estrellas de fondo”, cuenta Tovar.
El docente añadió que de confirmarse que el objeto identificado por los estudiantes sea un nuevo asteroide, se procederá a su bautizo oficial. Así mismo, señaló que ese tipo de campañas tienen como fin identificar tales objetos celestes para prevenir posibles colisiones por medio de estrategias como el “juego de billar espacial” para desviar asteroides peligrosos y evitar impactos catastróficos.
Otros datos de importancia
Como parte de los requisitos para bautizar cuerpos celestes se sabe que no es posible nombrarlos con nombres de políticos ni de militares. De hecho, cuando la Unión astronómica internacional le solicitó a Colombia, postular a un candidato para nombrar un cráter en la Luna, el primero fue Francisco José de Caldas, pero al revisar la historia se dieron cuenta de que había participado en la Guerra de independencia. Luego propusieron el nombre de Julio Garavito Armero, pero él también aparecía en el antiguo billete de veinte mil.
Los asteroides son escombros interplanetarios de la formación de nuestro Sistema Solar, además tienen variados tamaños, desde 100 metros de diámetro hasta casi 1000 kilómetros de diámetro. El más grande recibe el nombre de Ceres y mide alrededor de 950 kilómetros de diámetro. Fue el primero que se descubrió y originalmente fue confundido con un planeta. Tras su descubrimiento en 1801, pasó a ser considerado asteroide hasta 1850.
Fuente: Infobae