Agencias de NoticiasEn 2007, los astrónomos detectaron una intensa explosión de energía que desataría un misterio que perdura hasta el día de hoy.
Estas intensas y misteriosas señales, que duran apenas milisegundos pero pueden alcanzar un brillo equivalente al de una galaxia entera, han sido durante mucho tiempo un enigma astronómico desde su descubrimiento hace casi 20 años.
Si bien algunos especularon que estas explosiones podrían ser un intento de una civilización extraterrestre lejana de comunicarse a través del cosmos, los astrónomos determinaron rápidamente que la fuente más probable de estas señales eran las estrellas de neutrones, los restos extremadamente densos de las explosiones de supernovas que suelen girar decenas de miles de veces por minuto.
Ahora, en un nuevo estudio, un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha logrado rastrear el origen de una de estas explosiones, una señal que se detectó por primera vez en 2022 y se cree que proviene de una galaxia a unos 200 millones de años luz de distancia.
Los hallazgos indicaron que la explosión se había originado muy cerca de una estrella de neutrones y no solo eso, sino que la explosión debe haber sido producida por la magnetosfera de la estrella.
“En estos entornos de estrellas de neutrones, los campos magnéticos están realmente en los límites de lo que el universo puede producir”, dijo el autor principal del estudio, Kenzie Nimmo.
“Ha habido mucho debate sobre si esta brillante emisión de radio podría incluso escapar de ese plasma extremo”.
El descubrimiento del equipo ha sido aclamado como un importante paso adelante en la investigación de ráfagas rápidas de radio.
“Lo emocionante aquí es que encontramos que la energía almacenada en esos campos magnéticos, cerca de la fuente, se está retorciendo y reconfigurando de tal manera que puede ser liberada como ondas de radio que podemos ver al otro lado del universo”, dijo el físico del MIT Kiyoshi Masui.
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Rafael Oseguera
Enigma 900
Elias Marin
