Agencias de NoticiasUn documento desclasificado de cuatro páginas de la CIA contiene detalles de los esfuerzos de la agencia para encontrar la embarcación bíblica.
La historia de Noé y el Diluvio Universal no necesita presentación, pero el paradero final del arca —si es que siquiera existió— sigue siendo tema de intenso debate.
Según archivos desclasificados, altos funcionarios del gobierno estadounidense tuvieron un gran interés (y algo inexplicable) en localizar la vasija bíblica y encargaron a la CIA su rastreo.
Un documento de cuatro páginas, titulado “Informe sobre el Arca de Noé”, señala cómo la CIA investigó activamente el infame yacimiento de la formación Durupinar en Turquía, del que durante años se rumoreó que albergaba los restos petrificados del arca.
El inspector jefe William Colby, quien dirigió la CIA entre 1973 y 1976, recibió órdenes de investigar el lugar del teniente coronel Walter Brown, de la Fuerza Aérea estadounidense, quien se encontraba en una misión para determinar si se podía encontrar alguna evidencia del Arca.
Se utilizaron satélites espía e incluso un avión espía U-2 para investigar el lugar en busca de pistas.
Posteriormente se informó que las fotografías habían arrojado “resultados negativos”.
Sin embargo, la situación no terminó ahí, ya que durante los siguientes ocho años hubo múltiples solicitudes adicionales de información sobre la búsqueda del Arca de Noé por parte de miembros del Congreso, personal de la Comunidad de Inteligencia del DCI e incluso de un exastronauta.
En cada ocasión, la CIA respondió afirmando que no se había encontrado evidencia de la nave.
Sin embargo, aún no se sabe con certeza por qué tantos funcionarios del gobierno estaban interesados en encontrar el Arca de Noé.
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Enigma 900
Rafael Oseguera
Jorge P. Luevano
