Durante décadas, un fenómeno inquietante ha perdurado a lo largo de las vías del tren abandonadas de un pequeño pueblo.
Los relatos sobre la presencia de un fantasma en la ciudad de Summerville, Carolina del Sur, se remontan a la década de 1950, cuando un hombre que trabajaba o viajaba en tren fue atropellado por un tren y murió.
Las historias cuentan que, después de su muerte, su esposa salía de noche con una linterna y frecuentaba las vías, lo que dio lugar a historias sobre una luz fantasmal que aparecía por la noche sobre las vías del tren.
Incluso hoy en día, la gente sigue afirmando ver un resplandor inquietante sobre las vías abandonadas, así como pequeños orbes de luz, a menudo de color azul o verde, que a veces se pueden ver flotando en el aire.
Pero, ¿es esto realmente una prueba de la presencia de un fantasma o existe una explicación convencional para estos avistamientos?
La Dra. Susan Hough, geofísica del Programa de Riesgos Sísmicos, cree que este fenómeno de larga data puede tener una explicación natural y que todo tiene que ver con lo que se encuentra debajo del suelo.
En 2023, ella y un colega descubrieron evidencia de que había una falla situada directamente debajo de las vías y que también había registros de terremotos que ocurrían dentro del área general.
Ahora cree que los orbes fantasmales podrían deberse a un fenómeno óptico raro y poco comprendido conocido como luces de terremoto.
Estas pueden aparecer a veces en el lugar de los terremotos y podrían confundirse con actividad paranormal.
“Resulta que están por todas partes. Se han reportado luces en Wilmington y en otras partes de las Carolinas”, declaró la Dra. Hough.
“Tal vez esos ‘fantasmas’ estén iluminando fallas activas poco profundas. Son imposibles de estudiar, porque no se pueden atrapar en el acto. Pero hay teorías plausibles que podrían explicarlos”.