El telescopio JAMES WEBB realiza otro gran descubrimiento observando un PLANETA que tiene DOS CARAS

Fuera del Sistema Solar, existen multitud de exoplanetas que poco a poco van siendo descubiertos y que nos ofrecen una perspectiva mucho más amplia de lo que podríamos encontrarnos si fuésemos capaces de navegar entre las galaxias que conforman el universo. Por el momento, podemos estudiar algunas de sus características, que nos dejan con la boca abierta en muchas ocasiones, como ha sucedido recientemente con un ejemplo situado a cientos de años luz de nosotros.

Gracias a la información publicada en la página web de la NASA hemos podido conocer de cerca al exoplaneta WASP-43 b. A través del telescopio espacial James Webb, un grupo de científicos ha sido capaz de conocer las condiciones climáticas de este gigante gaseoso.

Diferentes tipos de mediciones y modelos climáticos han sido capaces de mostrar cómo son las condiciones en WASP-43 b y nos han permitido conocer que estamos ante un planeta en rotación sincrónica, es decir, que siempre muestra la misma cara a su estrella. El lado iluminado cuenta cuenta con cielos despejados, mientras que la zona oscura presenta nubes altas y espesas que la cubren.

Este exoplaneta tiene un tamaño similar a Júpiter y está compuesto principalmente por helio e hidrógeno. Sus temperaturas son mucho más elevadas que en planetas similares de nuestro Sistema Solar y esto se debe a que se encuentra a tan sólo 2 millones de kilómetros de su estrella.

El planeta había sido observado anteriormente, con los telescopios Hubble y Spitzer, pero ahora ha sido estudiado en profundidad, con un reciente artículo publicado en el medio Nature Astronomy. Taylor Bell, autor principal del estudio, asegura que:

Con Hubble, pudimos ver claramente que había vapor de agua en el lado diurno. Tanto Hubble como Spitzer sugirieron que podría haber nubes en el lado nocturno. Pero necesitábamos mediciones precisas de Webb para empezar a mapear de verdad la temperatura, la cobertura de nubes, los vientos y más detalles de la composición atmosférica alrededor del planeta.
Dado que el planeta es capaz de orbitar a su estrella cada 19’5 horas, esto lo hace ideal para poder realizar lo que se conoce como espectroscopia de curva de fase, es decir, para medir pequeños cambios de brillo en la estrella mientras el planeta gira sobre ella. Y estos datos son importantes, ya que ayudan a poder calcular la temperatura de WASP-43 b.

Los cálculos realizados han determinado que la temperatura media del lado diurno ronda los 1.250ºC, lo suficientemente caliente como para fundir hierro, y que la temperatura del lado oscuro se sitúa en los 600ºC. Sin embargo, esta no es la única característica destacada de WASP-43 b, dado que los vientos en este planeta podrían ser definidos como extremos, alcanzando miles de kilómetros por hora.

Dado que no se ha detectado metano en la atmósfera del planeta, y que éste debería poder registrarse en el lado nocturno, la conclusión de los científicos involucrados en la investigación es clara. Joanna Barstow, coautora de la investigación, la explica de manera resumida:

El hecho de que no veamos metano nos dice que WASP-43b debe tener vientos que alcanzan los 8.000 km/h. Si el viento mueve el gas del lado diurno al nocturno lo suficientemente rápido, no hay tiempo para que las esperadas reacciones químicas produzcan cantidades detectables de metano en el lado nocturno.

Fuente: Urbantecno

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like