Javier Barón“¿Has pensado ya cuán invisibles somos los unos para los otros? ¿Has meditado ya cuánto nos desconocemos? Nos vemos y no nos vemos. Nos oímos y cada uno escucha tan sólo una voz que está dentro de él”.
“El libro del desasosiego”, Fernando Pessoa.
‘El miedo es el abandono de toda lógica. La renuncia voluntaria al dominio de la razón. Cedemos o combatimos. No hay términos medios.” La primera vez que estuve en contacto con el trabajo de Mike Flanagan fue con la película, ‘Oculus’.
Un espejo maldito que contiene una identidad maligna que de a poco va manipulando a los poseedores del espejo llevándolos a mundos paralelos en los que se confunde lo real con lo imaginario detonando y enviando a los infortunados a una espiral descendente de locura, traumas y muerte. Un verdadero desafío retomar un clásico poderoso del horror como lo es ‘The Shining’ por permanecer indeleble en el imaginario colectivo y, por los pesos pesados asociados al filme : Kubrick, Stephen King y Jack Nicholson.
A Flanagan no le tiembla la mano y se lanza con firmeza a contarnos la vida de Danny Torrance y las secuelas en su vida adulta de la traumática experiencia que vivió en la niñez en el Hotel Overlook en la que su padre consumido por sus demonios cae en una espiral de violencia autodestructiva.
Utiliza el terror psicológico para lanzarse con profundidad a la exploración de la complejidad de las relaciones familiares y los miedos recónditos emanados en la niñez que causan traumas y trabas en la vida adulta de Danny cincelando vicios de personalidad que no corresponden al lienzo original en su ruta personal. Además de sus batallas internas debe lidiar con sus habilidades psíquicas y telepáticas de las que tanto ha renegado y ocultado por décadas. Cuando la claridad mental va llegando a él, entiende como debe encausarlas.
Vampiros energéticos que viven de la luz que emanan personas con dones especiales, la vida después de la muerte, enfrentarse con los fantasmas del pasado son subtramas que enriquecen y vuelven valiosa una secuela que encuentra sus propias vertientes sin desvincularse de la original en un tramo de resolución vibrante en el que Danny encuentra un propósito que lo enaltece como individuo eslabonando los cauces de su liberación interior dejando atrás los daños psicoemocionales y fluyendo a un nivel de existencia superior.
Una propuesta de enorme riqueza en los conceptos que maneja que merece varias revisiones. 10 Barones.
Tom Fremantle
Elias Marin
Rafael Oseguera
Pilar López Bernués
Agencias de Noticias
