La historia a la vez misteriosa y real, y según refirió la señora Margrave, el detalle que más le había impresionado era el bonito vestido que su vieja amiga la señora Veal llevaba el día en que fue a visitarla.
La historia a la vez misteriosa y real, y según refirió la señora Margrave, el detalle que más le había impresionado era el bonito vestido que su vieja amiga la señora Veal llevaba el día en que fue a visitarla. Se lo había hecho después de su última visita y era de seda lavada. Durante las casi 2 horas que estuvieron hablando se inclinó en más de una ocasión para tocar el tejido.
Las 2 mujeres habían sido muy amigas en Dover, hacía ya 2 años y medio que no se veían. La señora Veal se disculpó por su decidía y explico que había venido porque salía de viaje y quería reanudar su amistad. La señora Margrave se sorprendió de la noticia, pues sabía que su amiga sufría d ataques epilépticos, y rara vez viajaba salvo cuando estaba libre su hermano para acompañarla. Cuando se le hizo notar a la señora Veal su respuesta fue un tanto extraña –Di esquinazo a mi hermano-.
Ambas mujeres charlaron de los malos ratos pasados. Del consuelo que se habían dado mutuamente y de su salud. La señora Veal pregunto con ansiedad a su amiga si no la encontraba muy estropeada desde la última vez que se vieron. Su interlocutora respondió –No, yo la encuentro tan bien como siempre-. Después la señora Veal pregunto a su amiga por su hija, y esta salió en busca de la muchacha. Cuando volvió sin ella encontró a su amiga esperando dispuesta a marcharse. La señora Veal se marchó calle abajo, y su amiga la siguió con la vista hasta que doblo la esquina. El reloj acababa de dar las 9 cuando llego y ahora marcaba la 1:45, era un sábado 8 de septiembre de 1705.
2 días más tarde la señora Margrave visitó al capitán Watson y a su mujer, parientes de la señora Veal. Los WAtson acababan de enterarse de que esta había muerto el viernes anterior a mediodía, unas 24 horas antes de que apareciese en la casa de la señora Margrave. Esta asombrada les contó la visita y no olvidó mencionar el vestido que llevaba su amiga. La esposa del capitán lo conocía bien había ayudado a la señora Veal a confeccionarlo y solo ellas 2 sabían que la seda había sido lavada con agua caliente para quitarle el apresto.
Este modesto relato de fantasmas publicado anónimamente en 1706 con el título –Verdadera relación de la aparición de una tal señora Veal- se debía a la pluma de Daniel Defoe, y como sus obras más extensas Moll Flanders, Robinson Crusoe y el Diario del año de la peste fue ampliamente leído en el siglo XVIII y tenido por pura ficción. En realidad, Defoe sus personajes de la vida real como han demostrado las investigaciones conducentes a descubrir los modelos. Fue en 1955 cuando un profesor de literatura inglesa se tropezó con cierto periódico londinense de la época de Defoe.
Solo encontró los ejemplares correspondientes a cuatro meses, de noviembre de 1705 a marzo 1706, pero ahí en una página del número del 24 de diciembre, el Loyal Post publicaba la noticia de la visita de la señora Veal a una tal señora Margrave. En lo esencial incluido el decisivo intervalo de veinticuatro horas, coincida con el relato de Defoe; pero mientras este se ocupó de poner en boca de las 2 amigas una conversación apropiada, el Loyal Post se interesaba más por la descripción que hizo la señora Bargrave del vestido de seda lavada que lucía su amiga.
Elías Marín/Enigma 900