El descubrimiento proporciona una prueba más de la capacidad de la vida para prosperar en entornos extremadamente profundos y de alta presión.
Parece inimaginable la cantidad de especies aún no descubiertas que existen en las profundidades de los océanos más profundos de la Tierra, pero poco a poco los científicos han ido reconstruyendo una parte de cómo es realmente la vida en el abismo.
En particular, se ha hecho evidente que las formas de vida pueden sobrevivir en entornos que antes se consideraban completamente inhabitables.
Este último descubrimiento de una nidada de extraños huevos negros situada en el fondo de una fosa a 6 kilómetros por debajo del noroeste del Pacífico es otro ejemplo de cómo la vida puede sorprendernos.
A primera vista, estas pequeñas esferas negras podrían parecer algo sacado de una película de terror de ciencia ficción, pero cuando los investigadores de la Universidad de Tokio en Japón utilizaron un vehículo sumergible operado a distancia para recuperar algunos de los objetos y traerlos de vuelta a la superficie, resultó que se trataba de hecho de la primera evidencia de platelmintos encontrados a profundidades tan extremas.
“Cuando abrimos las cápsulas de los huevos, se observó un líquido lechoso… que podría haber sido yema junto con los platelmintos”, escribieron los biólogos de invertebrados de la Universidad de Hokkaido, Keiichi Kakui y Aoi Tsuyuki.
El análisis de ADN determinó que se trataba de una especie previamente desconocida estrechamente relacionada con tipos más comunes de platelmintos que se encuentran más típicamente en entornos menos profundos.
“Este estudio proporciona el registro más profundo de platelmintos de vida libre y la primera información sobre sus primeras etapas de vida en la zona abisal, que eran muy similares a las de las formas de aguas poco profundas”, escribieron los investigadores.