En noviembre de 1998 en la base aérea de Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla, un soldado de cinológica (cuerpo especial que utiliza perros adiestrados) que se encontraba de guardia en las instalaciones militares escuchó unos ruidos como de cortar una chapa.
En noviembre de 1998 en la base aérea de Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla, un soldado de cinológica (cuerpo especial que utiliza perros adiestrados) que se encontraba de guardia en las instalaciones militares escucho unos ruidos como de cortar una chapa. Tras dar el alto y pedir el santo y seña en repetidas ocasiones sin obtener respuesta, el joven cargo su arma reglamentaria y realizo 2 disparos al aire. Fue entonces cuando de los matorrales surgió una figura de unos 2 metros y ojos color verde fluorescente. Aquella presencia permaneció en silencio y el soldado, asustado, abrió fuego contra su pecho, vaciando el cargador. Pero los proyectiles fueron inútiles aquello continuaba de pie y no parecía haber sufrido daño alguno, por lo que el testigo ordeno a su perro que se lanzara al ataque. Cuando el animal se aproximó al supuesto humanoide, dio un chillido y retrocedió asustado hasta su dueño. Entonces recargo el arma y volvió a disparar, con el mismo resultado. A continuación, el ser levanto la mano y desapareció súbitamente.
Elías Marín/Enigma 900