A pesar de haber sido aclamado como la primera «computadora» del mundo, es posible que el complejo dispositivo no haya sido muy confiable en su uso.
Con una antigüedad de unos 2000 años, el Mecanismo de Antikythera, hallado originalmente en un naufragio por buceadores de esponjas en 1901, es uno de los artefactos arqueológicos más fascinantes jamás descubiertos.
Cómo los antiguos griegos desarrollaron este dispositivo, que está lleno de una asombrosamente intrincada serie de engranajes sigue siendo un misterio, especialmente considerando la época en la que fue construido.
A lo largo de los años, los expertos han dedicado incontables horas a examinarlo para determinar su función, con la teoría predominante de que se trataba de algún tipo de ordenador astronómico primitivo.
Sin embargo, a pesar de sus complejidades, un estudio más reciente ha concluido que el Mecanismo de Antikythera podría haberse atascado con frecuencia, lo que lo hacía muy incómodo y molesto de usar.
La razón de esto se debe a errores en la fabricación de su sistema de engranajes.
Habría sido posible ajustar el mecanismo hasta unos cuatro meses en el futuro, pero cualquier cambio posterior lo habría atascado, requiriendo un reinicio complejo y prolongado, comparable a intentar reiniciar una impresora que ha dejado de funcionar por atascarse con papel.
Entonces, ¿por qué habrían construido sus creadores algo con tantos defectos inherentes?
Una posibilidad es que el mecanismo fuera concebido más como un juguete que como una herramienta, aunque es más probable que el dispositivo simplemente se hubiera deformado durante los 2000 años que permaneció en el fondo del océano.
También se ha sugerido que los escaneos del dispositivo en los que se basó la investigación no fueron lo suficientemente precisos y que habría funcionado correctamente cuando era nuevo.
Sea como sea, el mecanismo sigue representando la cumbre de la ingeniería antigua.