“Tener GRASA ABDOMINAL de BUENA CALIDAD y en los NIVELES ADECUADOS sería lo IDEAL para el CEREBRO”. Afirma BIÓLOGO MOLECULAR 

La grasa abdominal podría jugar un papel importante en la salud del cerebro.  

Es lo que sugiere un estudio reciente de la Universidad de Toho (Japón), publicado en la revista GeroScience, de la American Aging Association. Los investigadores han descubierto que esta grasa, en cantidades adecuadas, envía señales que ayudan a mantener la función cognitiva. Sin embargo, con el paso de los años, este efecto se debilita, lo que podría estar relacionado con el deterioro de la memoria y otras funciones cerebrales. 

“Nuestro estudio destaca la importancia de la calidad de la grasa abdominal. Aunque no analizamos directamente la relación entre el volumen de grasa y la salud cerebral, numerosos estudios han demostrado que el exceso de grasa no es un buen indicador para la salud en general”, señala a La Vanguardia, desde Japón, el Dr. Yoshinori Takei, biólogo molecular, neurocientífico, y autor principal de la investigación. 

Además, la investigación apunta que el aumento de peso en la mediana edad podría acelerar el envejecimiento del cerebro, y también que mantener un peso estable y un estilo de vida saludable podría ayudar a conservar la agudeza mental con el paso de los años. Estos hallazgos abren la puerta a nuevas estrategias para cuidar la salud cerebral a medida que envejecemos. Takei, especialmente dedicado a estudiar el control de la función cerebral a partir de tejidos periféricos, nos cuenta sus resultados. 

¿Tener algo de grasa abdominal podría ayudar a mantener el cerebro sano? ¿O los riesgos para la salud derivados de la grasa superan este posible beneficio? 

“Nuestro estudio sugiere la importancia de la calidad de la grasa abdominal. Aunque nuestra investigación no examinó la relación entre el volumen de grasa y la salud cerebral, muchos estudios ya han señalado que un exceso de grasa no es una buena señal para la salud. De hecho, un estudio de otro grupo indicó que la grasa abdominal, en condiciones de obesidad o sobrepeso en ratones, reduce la producción de una sustancia que ayuda al cerebro (el CX3CL1). Un nivel adecuado de grasa abdominal, pero de buena calidad, podría ser lo ideal.” 

¿Qué significa “grasa abdominal de buena calidad”? ¿A qué se refiere? 

“Calidad” se refiere a la capacidad de la grasa abdominal para responder a ciertas hormonas. Ante estas hormonas, la grasa abdominal descompone las grasas que almacena y libera ácidos grasos libres en la sangre. Estos ácidos grasos liberados se utilizan principalmente en el hígado como fuente de energía. Con la edad, esa capacidad de respuesta de la grasa abdominal se reduce, lo que significa que es más difícil disminuir su volumen. En nuestro estudio mostramos que la falta de sensibilidad de esta grasa a ciertas hormonas parece ser la razón por la cual el tejido deja de ayudar al cerebro.” 

¿Cómo podemos saber si nuestra grasa abdominal es de buena calidad y qué factores influyen en ello? ¿Hay algo que las personas puedan hacer en su vida diaria para mejorar o mantener esa calidad? 

“Es una pregunta difícil, porque la relación entre la grasa abdominal y el cerebro es un conocimiento relativamente reciente, y la información al respecto todavía es limitada. Podríamos notar un cambio en la calidad de nuestra grasa abdominal si, por ejemplo, nos resulta más difícil perder peso comparado con cuando éramos jóvenes, o si ganamos peso rápidamente sin haber cambiado nuestro estilo de vida. Recientemente, comenzamos a buscar marcadores en la sangre que nos indiquen la calidad de la grasa abdominal. La obesidad reduce la capacidad de esta grasa para promover la salud cerebral. Evitar acumular grasa en exceso durante la mediana edad debería ayudar a mantener en buen estado la grasa abdominal.” 

Si la grasa protege al cerebro cuando somos jóvenes, ¿hay alguna forma de conservar ese efecto con el paso de los años? 

“Parece que mantener la capacidad de la grasa abdominal para responder a las hormonas circulantes es importante. Esa capacidad de respuesta ayuda a conservar una buena forma física. Si notas que te cuesta más perder peso que antes o que aumentas de peso rápidamente sin cambios en tu rutina, es posible que tu grasa haya perdido parte de esa respuesta. Para confirmar esto, deberíamos llevar a cabo un estudio en humanos.” 

¿Mantener un peso estable durante la mediana edad podría ayudar a ralentizar el envejecimiento cerebral? 

“Sí. Hay evidencia cada vez más sólida que indica que un aumento significativo de peso durante la mediana edad se asocia con un envejecimiento cerebral más rápido en la vejez. 

Su estudio menciona que, con la edad, la grasa abdominal cambia y deja de enviar ciertas señales al cerebro. ¿Podría esto explicar por qué algunas personas mayores tienen más problemas de memoria? 

Esperamos que sí, pero se necesitan más estudios para aplicar estos resultados en humanos.” 

Si con la edad la grasa abdominal deja de producir sustancias que ayudan al cerebro, ¿podría un suplemento o medicamento compensarlo? 

“En un estudio anterior mostramos que administrar la sustancia producida por la grasa abdominal que beneficia al cerebro, es decir, el CX3CL1, mejoró la función cognitiva en ratones envejecidos. Por lo tanto, proporcionar CX3CL1 a la grasa abdominal podría ser una forma de prevenir el envejecimiento cerebral.” 

¿Cambiar la dieta o hacer ejercicio puede ayudar a que la grasa siga enviando señales beneficiosas al cerebro con el tiempo? 

“Se sabe que el ejercicio promueve la producción de CX3CL1 en el músculo. Como mencioné antes, la obesidad inhibe la producción de esta sustancia en la grasa abdominal. Evitar la obesidad mediante el ejercicio o con cambios en la dieta podría ayudar a que la grasa abdominal siga produciendo este factor.” 

Si la grasa corporal está conectada con la salud del cerebro, ¿podría esto influir en el estado de ánimo o aumentar el riesgo de depresión en personas mayores? 

“Es justamente lo que planeamos investigar a continuación. Estudios recientes han señalado que el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro) no solo es clave para promover la función cognitiva, sino también para prevenir trastornos del estado de ánimo. Nuestro estudio mostró que la grasa abdominal juega un papel en el mantenimiento del nivel de este factor neurotrófico en el cerebro. La reducción de esa función en ratones mayores podría sugerir una relación entre la calidad de la grasa abdominal y los estados depresivos en personas mayores.” 

¿Cuáles son sus planes para seguir investigando el vínculo entre la grasa corporal y el envejecimiento del cerebro? 

“Nuestro objetivo es descubrir el mecanismo que conecta la grasa corporal con el envejecimiento cerebral, y así poder ofrecer métodos para prevenir ese deterioro y mejorar la calidad de vida en la vejez.” 

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