Las ruinas de una antigua ciudad en el sur de México han revelado evidencia de túneles subterráneos perdidos hace mucho tiempo.
Conocida como el “lugar de los muertos”, la ciudad de Mitla, construida por la antigua civilización zapoteca, se encontraba situada sobre un laberinto de túneles y cavernas subterráneas conocidas como la “entrada al inframundo”.
La ubicación precisa de estos túneles se perdería con el tiempo cuando la ciudad fue arrasada por los españoles en el siglo XVI y se construyeron nuevas estructuras sobre sus ruinas.
Durante años, los arqueólogos intentaron encontrar estos misteriosos túneles subterráneos, pero sin éxito.
Ahora, sin embargo, gracias al advenimiento de la tomografía de resistividad eléctrica (ERT), los investigadores creen que pueden haber encontrado finalmente evidencia de la enigmática “puerta trasera al infierno” de los zapotecas.
Para encontrarla, escanearon varios grupos de ruinas en busca de señales de cavidades subterráneas.
“Algunos de los túneles y cámaras se extienden a una profundidad considerable, superior a los 15 metros”, dijo Marco Vigato, fundador del Proyecto ARX que dirige la búsqueda.
“En el caso del grupo sur, tienen hasta 30 metros de profundidad, hasta ahí es hasta donde pueden penetrar los instrumentos. Una cámara bajo la Iglesia de San Pablo Apóstol mide aproximadamente 15 metros de largo por 10 metros de ancho”.
“Es posible que los túneles, particularmente los que están bajo el grupo de la iglesia, se extiendan más hacia el norte, el este y el sur. Posiblemente se conecten con otras anomalías geofísicas identificadas bajo los otros grupos”.
Lo que es particularmente emocionante es que estos túneles también pueden contener las cámaras funerarias de antiguos reyes zapotecas y otras figuras prominentes de la sociedad zapoteca.
Sin embargo, aún queda por ver si los tesoros con los que probablemente fueron enterrados todavía están allí.