Miles de bolas extrañas de origen desconocido han provocado el cierre de varias playas en Australia recientemente.
Varios meses después de que una serie de extrañas bolas negras provocaran el cierre de playas a lo largo de la costa de Nueva Gales del Sur, Australia, ha comenzado a aparecer algo más.
Esta vez, las bolas, que han aparecido en la playa por miles, son grises o blancas, muy diferentes de las bolas negras parecidas al alquitrán (que se cree que proceden de un vertido de aguas residuales) que se descubrieron el año pasado.
Según los informes, al menos 8 playas de Nueva Gales del Sur han sido cerradas y se ha advertido a los miembros del público que no toquen las bolas por temor a que puedan ser peligrosas.
La alcaldesa de Northern Beaches, Sue Heins, dijo a Guardian Australia que “podrían ser cualquier cosa”.
“No sabemos en este momento qué es y eso lo hace aún más preocupante”, agregó.
“Es evidente que hay algo que se está filtrando o cayendo… flotando y moviéndose de un lado a otro”.
Desde entonces, se han ido revelando nuevos detalles tras el envío de muestras a la Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur (EPA).
Según los hallazgos, las bolas contienen ácidos grasos saturados, E. coli y bacterias fecales, así como piedra pómez de roca volcánica.
Esto ha llevado a sugerir que estas últimas bolas también podrían proceder de un vertido de aguas residuales, aunque las autoridades locales no han encontrado pruebas de ningún incidente o problema que pueda explicarlo.
“Seguimos realizando inspecciones periódicas de nuestras playas y animamos a la comunidad a que informe de cualquier avistamiento”, dijo Heins, añadiendo que esperaba que el análisis permitiera “identificar la fuente para que puedan evitar que esto vuelva a ocurrir en otras playas”.
Tal y como están las cosas, la búsqueda de respuestas sigue en marcha.