En septiembre de 1971, un misterioso objeto verde brillante en el cielo de una ciudad del Reino Unido causó una gran conmoción.
Había sido un día normal y corriente en Hull, Inglaterra, cuando algo apareció en el cielo y llamó la atención, no sólo del público en general, sino también de los periódicos e incluso de la policía.
No pasó mucho tiempo antes de que gente de toda la ciudad empezara a informar de que habían visto un peculiar objeto ovalado de color verde flotando en el cielo y que era visible a kilómetros de distancia.
Un hombre afirmó que el objeto le había estado siguiendo hasta su casa en el autobús.
“Pude ver esa cosa, verde y redonda, siguiendo al autobús”, recordó. “Cada vez que el autobús se detenía para recoger pasajeros, el objeto también se detenía”.
“La gente de Bransholme y de los alrededores de Noddle Hill Way se quedó de pie mirándolo”.
Pronto, la policía local había recibido múltiples informes, no sólo de miembros del público preocupados, sino también de la guardia costera y de la cercana base aérea RAF Manby.
Las tripulaciones aéreas habían observado que el objeto se desplazaba lentamente hacia el mar antes de desaparecer.
Todo esto podría parecer un avistamiento masivo de ovnis convincente, pero resultó que había una explicación convencional para el fenómeno.
La respuesta, que llegó por cortesía de la tripulación de un helicóptero que había estado en un vuelo de práctica cuando avistaron el objeto y habían decidido volar más cerca para investigar, fue que el “OVNI” era de hecho “un fenómeno natural que ocurre de vez en cuando”.
Fue creado por “un reflejo de la Luna en capas de polvo contenidas en parches de niebla”.
El incidente solo demuestra con qué facilidad algo mundano puede confundirse con algo extraordinario.