Agencias de NoticiasLa investigación tiene como objetivo proporcionar los beneficios psicológicos de las experiencias cercanas a la muerte a aquellos que están a punto de morir.
David Glowacki, investigador del Centro de Investigación Singular en Tecnologías Inteligentes (CiTIUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (España), sabe mejor que nadie lo que se siente al tener una experiencia cercana a la muerte y cómo puede cambiar la perspectiva de una persona sobre la vida y la muerte.
En 2006, sufrió lesiones que pusieron en peligro su vida al caerse mientras hacía senderismo y mientras esperaba a que lo rescataran recordó haber experimentado la sensación de que su alma abandonaba su cuerpo, un tema común entre las experiencias cercanas a la muerte.
Después, descubrió que se había despojado de su miedo a la muerte y se dio cuenta de que, si podía encontrar una forma de simular experiencias cercanas a la muerte en otras personas, podría transmitirles los mismos beneficios psicológicos.
Con este fin, Glowacki encabeza ahora un nuevo y notable proyecto que utilizará la realidad virtual para permitir que quienes padecen enfermedades potencialmente mortales experimenten sus propias experiencias cercanas a la muerte (aunque simuladas).
Según estudios previos, existen evidencias que sugieren que quienes recuerdan tales experiencias suelen experimentar una reducción significativa de los niveles de ansiedad y estrés.
Esto se debe quizás a que esas personas obtienen una sensación renovada e incluso trascendental de paz y aceptación con respecto a la muerte y ya no temen lo que sucederá después de morir.
Si bien algunos científicos han estudiado el uso de fármacos para inducir experiencias cercanas a la muerte, la investigación de Glowacki ha indicado que la realidad virtual es la forma más segura de reproducir la experiencia.
Sin embargo, aún queda por ver cuán efectiva será exactamente este tipo de terapia.
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Jorge P. Luevano
Rafael Oseguera
