Agencias de NoticiasLos buscadores de tesoros habían estado intentando encontrar una estatuilla de un búho dorado que había estado escondida desde 1993.
Hace 31 años, el autor francés Regis Hauser enterró el premio como una forma de ayudar a promocionar su nuevo libro, Tras la pista del búho dorado, que publicó en ese momento bajo el seudónimo de Max Valentin.
La idea era que los acertijos encontrados dentro del libro llevaran a la ubicación del búho dorado escondido.
En ese momento, Hauser creía que alguien encontraría el premio bastante rápido, señalando que los acertijos en realidad no eran tan difíciles y que “si todos los buscadores juntaban todos sus conocimientos, el búho sería encontrado en… dos horas”.
Increíblemente, sin embargo, el misterio resultó tan difícil de resolver que la búsqueda del búho dorado llevaría más de 30 años, sobreviviendo al propio Hauser, quien murió en 2009.
Debido a que se llevó la ubicación precisa del búho a la tumba, no fue hasta que se produjo una batalla legal entre el cocreador de la búsqueda del tesoro, Michel Becker, y los herederos de Hauser, que finalmente se obtuvieron las respuestas a los enigmas del libro, lo que llevó a un resurgimiento del interés en el misterio.
Finalmente, después de 31 años, 5 meses y 9 días, alguien finalmente encontró la ubicación del búho.
“Podemos confirmar que el búho dorado fue desenterrado anoche, simultáneamente con una carga de solución que se envió al sistema de verificación en línea”, escribió Becker.
“Por lo tanto, no hay necesidad de que vayas a excavar en el lugar que supones que es el escondite”.
Para el ganador, el esfuerzo sin duda habrá valido la pena, ya que se cree que el búho, que tiene diamantes en la cabeza, vale alrededor de $165,000 USD.
Sin embargo, aún está por ver si realmente lo venderán por el dinero o se quedarán con el búho como premio.
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Rafael Oseguera
Elias Marin
