Un nuevo estudio ha desmentido la idea de que los habitantes de la enigmática isla se autodestruyeron sin darse cuenta.
La Isla de Pascua, más conocida por sus enigmáticas cabezas de piedra, se cita a menudo como ejemplo de un lugar donde su población nativa colapsó debido a la destrucción ambiental insostenible.
Pero, ¿destruyeron realmente los habitantes de la Isla de Pascua los recursos naturales de la isla y se extinguieron en el proceso, o podría haber sido su destino algo completamente diferente?
Ahora, un nuevo estudio ha puesto en duda la teoría del colapso demográfico al analizar el ADN de más de una docena de habitantes de la isla de los siglos XIX y XX y estudiar sus genomas.
Los hallazgos no indicaron “ninguna evidencia de un cuello de botella genético” que se hubiera esperado si se hubiera producido un colapso significativo en la isla durante el siglo XVII.
En realidad, la población había aumentado de manera constante hasta la década de 1860.
“No creemos que tengamos ninguna evidencia a nivel genético de un colapso”, dijo a Live Science la coautora del estudio Anna-Sapfo Malaspinas.
“Cuando hay un colapso, el nivel de población disminuirá y perderemos diversidad genética”.
También hay evidencia que sugiere que los habitantes de la isla se mezclaron con los nativos americanos en algún momento entre 1250 y 1430 d. C., lo que significa que deben haber cruzado el mar hacia el continente americano (o viceversa) y no estuvieron completamente aislados del continente durante ese tiempo.
Sin embargo, se necesitará más investigación para aprender sobre este aspecto particular de las vidas de los isleños.