Se ha lanzado un nuevo e importante esfuerzo colaborativo con la esperanza de buscar extraterrestres más lejos que nunca.
El nuevo proyecto, en el que colaboran el Instituto SETI, el Centro de Investigación SETI de Berkeley y el Centro Internacional de Investigación Radioastronómica, implica el uso del Murchison Widefield Array en la Australia rural para buscar tecnofirmas alienígenas en el espacio profundo.
Gracias al gran campo de visión del observatorio, es posible observar 2.800 galaxias distantes en una sola observación, ampliando la búsqueda de vida extraterrestre mucho más allá de todo lo intentado hasta ahora.
“Este trabajo representa un importante paso adelante en nuestros esfuerzos por detectar señales de civilizaciones extraterrestres avanzadas”, dijo la Dra. Chenoa Tremblay de SETI, quien es codirectora del estudio.
“El gran campo de visión y el rango de baja frecuencia del MWA lo convierten en una herramienta ideal para este tipo de investigación, y los límites que establezcamos guiarán los estudios futuros”.
Según el SETI, para que una civilización extraterrestre sea lo suficientemente avanzada como para enviar un mensaje desde otra galaxia que pudiéramos captar aquí en la Tierra, necesitarían dominar la tecnología necesaria para aprovechar la energía de las estrellas cercanas.
Lamentablemente, la primera búsqueda realizada como parte de esta nueva colaboración no logró encontrar ningún signo de señales extraterrestres, pero lo que se ha aprendido durante el proceso resultará beneficioso en el futuro.
“Si bien este primer estudio no encontró ninguna tecnofirma (señales de tecnología extraterrestre), proporciona información que ayudará a centrar las futuras búsquedas”, escribió el SETI en un comunicado de prensa.
“Muestra lo importante que es seguir explorando diferentes frecuencias de radio y utilizando las capacidades únicas de telescopios como el MWA“.